Surgida del deseo del propietario inspirado en la pandemia de conectarse con la naturaleza manteniendo total privacidad, esta residencia encarna una combinación armoniosa de vida interior y exterior. Los huéspedes son recibidos a través de un jardín interno que también funciona como plaza de entrada, un espacio físicamente dinámico que puede cerrarse o abrirse mediante dos puertas del tamaño de una pared. La ventilación cruzada sirve como medio principal de control de la temperatura, promoviendo la circulación natural del aire en toda la casa. Este enfoque se alinea con el énfasis de la residencia en espacios interiores dinámicos que hacen una transición sin esfuerzo entre configuraciones cerradas y abiertas, permitiendo que la naturaleza impregne los espacios habitables a través de generosas puertas corredizas acristaladas. En lo alto de la casa, una extensa azotea verde ofrece un refugio para tomar el sol y acogedoras hogueras nocturnas bajo las estrellas, lo que refuerza aún más la conexión con la naturaleza que impregna cada aspecto del diseño. El diseño arquitectónico minimalista, basado en formas geométricas limpias, promueve una sensación de claridad y eficiencia en la utilización del espacio. La residencia es un testimonio del poder transformador de la arquitectura en la creación de espacios que fomentan una conexión profunda con el mundo natural.

Fuente: Arq. Roberto Bucheli Miranda