Ubicado a lo largo de la costa del pacífico ecuatoriana, este complejo de edificios de departamentos incluye el desarrollo de cuatro torres. La firma estuvo involucrada en el proceso de construcción del proyecto en todas sus etapas, terminando con el diseño de la icónica Torre D, un símbolo del skyline costero de la ciudad.

El complejo utiliza sus formas y materiales para abrazar armónicamente a la playa. Siendo un conjunto de edificios de los más grandes construidos en la zona, este proyecto fue la piedra angular del proceso de densificación de la vía a Barbasquillo, contribuyendo al desarrollo vertical de la ciudad de Manta.
Las soluciones de diseño consistieron en el uso de formas geométricas simples combinadas con una estética limpia para revelar así la elegancia inherente a esta arquitectura.

Las diferentes comodidades y generosidad de espacios al aire libre le dan al proyecto un valor agregado, que incluye acceso privado a la playa, un piscina de 600m2, pistas deportivas y jardines con un componente paisajístico, creando el lugar perfecto para disfrute y relajación.